Has decidido convertirte en un deportista de élite. Has ido a Decathlon, te has comprado camisetas, pantalones, zapatillas de runner y una botella para el agua. En el super has comprado todos los alimentos de color verde y has pasado de largo por la sección de galletas y chocolates. Lo tienes todo de cara, pero…
Has pensado que tu forma física no era tan mala y lo has dado todo en el primer entrenamiento. Ha llegado el día después y no puedes levantarte de la cama. Bienvenido al mundo del deportista amateur. He aquí una guía para alcanzar el éxito con tu propósito deportivo.
Qué tener en cuenta para practicar deporte
La teoría dice que para salir a correr sólo se necesitan unas bambas (zapatillas), un chándal y ya está. Sin embargo, lanzarse a lo loco a hacer deporte puede provocar lesiones y frustraciones.
- Después de mentalizarte mucho sobre el propósito de convertirte en deportista olímpico, habla con un experto (entrenador personal, preparador físico o un técnico del gimnasio) para que te ayude a establecer una rutina deportiva REALISTA. Ten claro el tiempo que le puedes dedicar, qué zonas quieres trabajar y cuáles son tus objetivos. Entrenarás diferente si quieres muscular, si quieres mantenerte o si quiere perder peso.
- Desayuna (o come) antes de entrenar. Hay gente pro y gente en contra de hacer ejercicio en ayunas. Como dice “El veneno está en la dosis”. Ni es bueno entrenar después de una comilona, ni tampoco sin energías ya que es posible que no aguantes el entrenamiento. Una ingesta de comida sin grasas y con muchos hidratos de carbono una hora y media antes del entreno seria lo más indicado. Fruta, lácteos descremados, cereales o pan con pavo son buenas opciones. Puedes informarte con un nutricionista para complementar tu plan de entrenamiento.
- Be water my friend. Bebe agua durante el entreno, no esperes a tener sed y sustituye todas las bebidas azucaradas y alcohólicas que puedas por agua. Será tu aliada para limpiar tu organismo. La deshidrtación, además, obliga tanto a los músculos como al organismo a trabajar más, aumentando el riesgo de lesiones.
- Duerme. Descansar y tener un sueño reparador hará que recarguemos energía y, de paso, que nuestra piel esté más luminosa. Dormir y descansar previene lesiones ya que si no descansas bien, pierdes agilidad y coordinación. Por otra parte, te ayudará a recuperar energía y, para rematarr un buen descanso te asegura el fortalecimiento del sistema inmunitario. Be water and bed, my friend.
- Estira y calienta los músculos. Si empiezas a ejercitarte en frío, los músculos no están preparados para soportar el esfuerzo, así que si quieres evitar lesiones y roturas innecesarias, mejor estira antes y después de cada sesión.
- Aliméntate bien. Debes adaptar tu dieta al plan de entrenamiento que sigas para que ingieras los nutrientes suficientes que te ayuden a mantener tu nuevo ritmo de vida activo. Según el objetivo que quieras ocnseguir (objetivo 1) necesitaras una alimentación u otra, así que no te fies de dietas que siguen amigos o que encuentres por internet. cada personas tiene unas necesidades y tolera mejor unos aliementos que otros, así que recure a un especialista para que te oriente y te marque unas pautas. Puedes utilizar complementos alimenticios si lo consideras necesario.
Ahora ya puedes calzarte tus bambas, ponerte el chándal y empezar a ser el/la campeón/a que hay dentro de ti. ¡Ánimo!