Diabetes
¿Conoces el Método del Plato para prevenir la diabetes?
Aumento de apetito, sed constante, cansancio y/o pérdida de peso. Estos son algunos de los síntomas que pueden destapar una diabetes juvenil.
Según un estudio de la British Medical Journal (BMJ) la diabetes juvenil tipo 2 ha aumentado más de un 50% en los últimos 30 años. Este dato debería poner el foco en lo que podría estar detonando este aumento de casos y sobre todo, vigilar la alimentación y fomentar hábitos saludables en este sector de población.
Pero, ¿qué significa vivir con diabetes juvenil? ¿Cómo detectarla? O, ¿cómo podemos ayudar a que la vida diaria de los jóvenes con diabetes sea más fácil?
¿Cómo empieza la diabetes en los jóvenes?
La diabetes es una afección en la que el páncreas produce poca insulina o no la produce. Por su parte, la insulina es una hormona que el cuerpo utiliza para llevar glucosa (azúcar) a las células y producir energía.
Hay que tener en cuenta que factores como la genética y/o algunos virus pueden causar la diabetes. Por lo general, la diabetes tipo 1 (insulinodependiente) aparece en la infancia o adolescencia, aunque también puede darse en adultos. En este tipo de diabetes el organismo no produce suficiente insulina y el nivel de azúcar (glucosa) en sangre aumenta. Se recomienda seguir una dieta saludable y adecuada, monitorización de la glucemia y uso de insulina pautada por el médico, además de hacer deporte, ya que ayuda a controlar la afección y a estabilizar los niveles de glucosa en sangre.
Por otro lado, la diabetes tipo 2 solía llamarse diabetes de adulto, aunque se ha detectado un aumento de casos en niños y adolescentes. En este tipo de diabetes el cuerpo no usa o no produce insulina de manera normal, por una pérdida adquirida en la funcionalidad del páncreas. También puede ser necesario realizar la medición con glucómetro y monitorización de la glucemia. Por lo general, en niños y adolescentes la diabetes tipo 2 se puede llegar a controlar con dieta y ejercicio.
Factores que influyen en el desarrollo de la diabetes juvenil
El desarrollo de diabetes puede venir determinado por diferentes factores como:
Genéticos. Algunos genes indican mayor riesgo de desarrollo de diabetes tipo 1.
Antecedentes familiares. Si existen familiares que padecen la enfermedad, el niño puede tener mayor riesgo a desarrollarla, por los factores genéticos que comentábamos.
Virus. Sufrir algunos virus puede desencadenar la aparición de diabetes.
Étnicos. Según la American Diabetes Association (ADA, Asociación Estadounidense de la Diabetes), las personas afroamericanas, hispanas, indígenas estadounidenses y/o asiático-estadounidenses tienen más riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
Síntomas de diabetes en adolescentes
La aparición de la diabetes tipo 1 en niños y adolescentes se identifica con facilidad ante los primeros síntomas. Algunos de ellos pueden ser:
Sed constante.
Orinar con frecuencia, posiblemente mojar la cama cuando el niño ya es mayor.
Aumento de apetito.
Pérdida de peso.
Fatiga y cansancio.
Irritabilidad o cambios de comportamiento
Aliento con aroma afrutado.
¿Cómo vivir con diabetes juvenil?
Vivir con una afección significa vivir con un plus de atención, y más cuando afecta a la dieta y la persona que la padece es un niño o adolescente. En estos casos se recomienda enseñar y educar al niño en la normalidad de lo que significa tener diabetes para que su vida sea lo más normal y sencilla posible.
Enseñar al niño la importancia de realizar controles de glucosa en sangre.
Conseguir que el niño lleve una dieta saludable basada en alimentos nutritivos con bajo aporte de grasa y bajo índice glucémico. Rica en fibra como fruta, verdura y cereales integrales.
Inculcar la importancia de practicar actividad física regular.
Realizar un seguimiento médico.
Es importante saber que con el desarrollo de diabetes tipo 1 pueden aparecer otros trastornos autoinmunitarios como los que afectan a la glándula tiroides. El/la médico/a de referencia seguirá su evolución para comprobar que todo está bien. El manejo de una diabetes tipo 2, que viene menos condicionada por factores genéticos y sí está muy influida por hábitos de vida, se centrará en cuidar la alimentación y evitar el sedentarismo.
¿Se puede curar la diabetes juvenil?
Ahora mismo, ambos tipos de diabetes no pueden erradicarse o curarse una vez se desarrollan. Eso sí, en ambos tipos de diabetes, mantener una vida activa en combinación de una dieta sana y equilibrada, que evite los picos de glucemia y la mantenga dentro de unos rangos óptimos, ayudará a tener la enfermedad controlada. Y pese a la toma de insulina en la diabetes tipo 1, seguir el tratamiento prescrito al pie de la letra y las indicaciones profesionales es la mejor garantía para llevar una vida sana y sin otros problemas de salud derivados o relacionados con la diabetes.
Eso sí, la prevención sí ayudará siempre a que no se desarrolle la afección en caso de tener predisposición (tipo 2). En niños y adolescentes pueden detectarse síntomas mucho antes de que aparezca la enfermedad. Por tanto, ante cualquier sospecha, síntoma o incluso factores de riesgo como antecedentes familiares, realizar un control médico, será la mejor manera de detectarlo de manera temprana o instaurar medidas dietéticas y de estilo de vida para frenar su evolución, en algunos casos.
