La valeriana (Valeriana Officinalis L.) es una planta herbácea cuya raíz se ha utilizado tradicionalmente para usos medicinales. Está incluída en la Farmacopea Europea por sus propiedades relajantes en situaciones de nerviosismo o trastornos del sueño.
Su raíz contiene aceite esencial con compuestos terpénicos de interés. También aporta flavonoides y aminoácidos como la glutamina, la arginina y el GABA, los cuales contribuyen a esta acción sedante e inductora del sueño por aumento de la transmisión gabaérgica. Tiene acción espasmolítica sobre la musculatura lisa, es decir, ayuda a relajarla.
Bien sea como complemento alimenticio o infusionada, la valeriana sirve como alivio en episodios de tensión nerviosa leve, cefaleas tensionales, espasmos nerviosos e insomnio por estrés mental. No es un medicamento y tampoco crea dependencia. Suele asociarse con otros extractos de plantas relajantes como el lúpulo, la melisa y la pasiflora.
En caso de buscar un efecto inductor del sueño, es recomendable tomar el complemento de valeriana una hora o dos antes de ir a dormir. Precisamente por su efecto sedante, debe evitarse su utilización justo antes de conducir o manejar maquinaria pesada. Si se toma la noche anterior, se minimiza notablemente la acción sedante residual al día siguiente.
Asimismo, el aceite esencial de valeriana puede aplicarse diluido sobre la piel para la realización de masajes, gracias a su efecto relajante y antiespasmódico. Por el contrario, no debe ingerirse o inhalarse y tampoco es apto su uso para niños menores de 12 años, personas embarazadas, ni durante la lactancia. Hay que utilizar cada producto siguiendo siempre las instrucciones del etiquetado.
Recuerda que los complementos alimenticios no son sustitutivos de una dieta equilibrada. Ante cualquier duda sobre el uso y la dosificación de un producto con extracto de valeriana, consulta siempre con un/a profesional sanitario/a.