Hay varios aspectos a tener en cuenta a la hora de elegir la tetina que mejor se adapte a las necesidades del bebé como, por ejemplo, el material con el que está fabricada, así como la velocidad y/o cantidad de flujo, que deberá adaptarse a la edad y las preferencias de cada bebé.
Respecto al material existen, por lo general, dos opciones: látex y silicona. El látex es un producto 100% natural de textura blanda y elástica, que se asemeja a la sensación del pezón materno. La silicona es un producto químico de color blanco transparente, resistente y que no absorbe ni olores ni sabores.
Existen varios tipos de flujo de la tetina: flujo lento, indicado para recién nacidos; flujo medio, a partir del tercer o cuarto mes y, las de mayor flujo, que se recomiendan para la etapa de cereales y papillas con leche. La elección del flujo de la tetina dependerá, por lo tanto, de la etapa de crecimiento del bebé. También existen opciones de flujo variable, que se puede modular según la orientación con la que se coloque la tetina.
Es importante utilizar biberones con tetinas que dispongan de sistema anticólico para prevenir la ingesta de aire y reducir así el riesgo de cólicos.
Por último, debemos tener en cuenta que hay que cambiar la tetina alrededor de las 6 semanas de uso o antes, si observamos cualquier deterioro.