Un perfume compuesto por un elevado catálogo floral, que embarca en un viaje a través un jardín totalmente florecido, dónde se funden maravillosos aromas creando una atmósfera llena de calma, paz y armonía. Esta fragancia fue creada en el año 1985 por los perfumistas Sophia Grojsman y Bernard Chant. En la década de los 80, la última tendencia en perfumería femenina eran los aromas florales, y en este perfume queda totalmente patente. Esta creación define a una mujer romántica y apasionada, que vive en perfecto equilibrio y dispone de una sensualidad natural, que se ve potenciada por este perfume.
En cuanto a su estela, un bouquet floral embriaga desde inicio hasta el fin, un ramillete de flores frescas, llenas de vitalidad y ternura, entre los que destacan rosa, azucena, mimosa, magnolia, clavel y narciso. Aunque estas sean las protagonistas de esta esencia, mantienen un perfecto equilibrio con notas dulces y ligeramente amaderadas que aportan a este perfume una sensualidad extrema como vainilla, almizcle y ámbar.