La glicerina, conocida también como glicerol, es un líquido viscoso, inodoro e incoloro que surge como producto intermedio de la fermentación alcohólica y forma parte de los triglicéridos. Es muy valorada por sus propiedades humectantes y emolientes, siendo, por ello, muy utilizada para la elaboración de cosméticos.
Uno de los productos más conocidos que tiene la glicerina como componente base es el jabón. Estos jabones tienen un bajo pH y funcionan como agentes emolientes sobre la piel, ayudándola a mantener y recuperar su nivel de hidratación natural. Es por ello que son perfectos para la higiene de pieles sensibles o secas.
La glicerina también está presente en cremas hidratantes de efecto antiage, gracias a su capacidad de suavizar la piel y aumentar su elasticidad. Posee una gran acción calmante, por lo que es efectiva para reducir irritaciones, marcas de acné o pequeñas quemaduras, ayudando a acelerar la cicatrización. También está presente en lociones para afeitar, ya que reduce la fricción, así como en cosméticos de cuidado capilar como sérums y mascarillas.