La vitamina D, también denominada calciferol, es una de las vitaminas liposolubles imprescindibles para la formación normal de los huesos y de los dientes y ayuda en la absorción de calcio, aumentando así su resistencia y manteniéndolos sanos. Tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que contribuyen a la salud del sistema inmune y la función muscular. Además, colabora a regular el fósforo en sangre.
Se puede obtener vitamina D de tres formas distintas: a través de la piel mediante la exposición al sol y a partir de alimentos y/o suplementos que contengan vitamina D. En caso de déficit o exceso de esta vitamina, es importante acudir a un profesional de la salud para obtener un diagnóstico y asesoramiento. Recuerda que los complementos alimenticios no deben sustituir una dieta sana y equilibrada.