Con el paso de los años, las necesidades del organismo cambian y en ocasiones, recurrir a un aporte extra de vitaminas y minerales contribuye a mantener una vida diaria activa.
La fuente primordial para mantener un nivel de vitaminas y minerales, una buena salud y poder recargar los niveles de energía es mantener una dieta equilibrada.
Las vitaminas del complejo B (B1, B2, B6 y B12) intervienen en los procesos metabólicos de obtención de energía y en la correcta función del sistema nervioso. Las vitaminas A, C y E contribuyen a proteger a las células frente al daño oxidativo que provocan los radicales libres (moléculas que pueden provenir del metabolismo normal, de sustancias químicas o de factores ambientales como humo de tabaco, contaminación o luz UV). El zinc es un mineral abundante en el cerebro que ayuda a mantener una función cognitiva normal.
El estilo de vida, el estrés, los daños ambientales o el tabaco influyen en el correcto funcionamiento del cerebro, el sistema nervioso y en los niveles de energía del organismo. Utilizar un aporte extra de vitaminas y minerales contribuye a combatir, equilibrar y mejorar este tipo de situaciones.