El triptófano es un aminoácido esencial que contribuye al correcto mantenimiento de músculos y neurotransmisores, ayudando a la conservación y asimilación de proteínas y enzimas. Al ser del tipo esencial, el cuerpo no lo puede producir, por lo que debemos obtenerlo de la dieta o, en su déficit, mediante suplementación alimenticia. Además, el organismo requiere del triptófano para la producción de melatonina y serotonina, hormonas que regulan el ciclo de sueño y vigilia, así como la sensación de apetito y el estado de ánimo. Asimismo, el hígado también hace uso del triptófano para la producción de niacina (vitamina B3), que es necesaria para metabolizar energía.
Es importante incluir en la dieta alimentos como pescados azules, frutos secos, lácteos, plátanos o aguacates para que el organismo mantenga un nivel óptimo de triptófano. En forma de complemento alimenticio, este aminoácido nos ayudará a mantener un estado de ánimo estable en épocas caracterizadas por el estrés o abatimiento estacional, así como a redirigir el insomnio leve. Es importante subrayar que la suplementación con triptófano no debería de superar los 3 meses y, en caso de seguir un tratamiento farmacológico para mejorar trastornos del estado de ánimo, será importante consultar antes con un/a profesional sanitario/a. En todo caso, el seguimiento de una dieta rica y variada será la clave para que nuestro organismo mantenga unos niveles de triptófano adecuados.