La vitamina D es liposoluble y esencial para la absorción del calcio, así como para proporcionar fortaleza a los huesos. Por otra parte, ayuda al buen funcionamiento del sistema inmunológico, muscular y nervioso. El sol es la mayor fuente de vitamina D y algunos alimentos también son portadores de esta sustancia.
El déficit de vitamina D afectará al crecimiento de tu peque, pudiendo desarrollar raquitismo. En los adultos, la falta de esta vitamina se asocia con la osteomalacia. En ambos trastornos el problema es causado por la falta de mineralización del hueso, por lo que es frágil y propenso o deformarse por falta de calcio.
El mantenimiento de la inmunidad natural
La prevención de:
Infecciones y enfermedades autoinmunes
Osteoporosis
Enfermedades cardiovasculares
Diabetes mellitus tipo I y II
Enfermedades psiquiátricas
Cuando la exposición solar y una dieta rica en alimentos portadores de vitamina D no es suficiente, puedes optar por darle a tu hijo/a suplementos de vitamina D. Se recomienda:
Prematuros de menos de 1 año: DE 200 UI/KG/DÍA – 400 UI/DÍA.
Lactantes de más de 1 año alimentados con leche materna: 400 UI/DÍA.
Lactantes de más de 1 año alimentados con fórmula artificial que ingieren menos de 1 litro diario de fórmula: 400 UI/DÍA.
Niños de más de 1 año y adolescentes: favorecer la producción de vitamina D a través de la exposición solar durante 10-15 minutos en primavera, verano y otoño.
Tipos de vitamina D y los aliementos fortificados
La vitamina D favorecerá el endurecimiento de los huesos, así como potenciará el desarrollo de éstos haciendo que los niños crezcan sanos. Además, la vitamina D favorece una musculatura y un sistema nervioso saludable ya que interviene en la transmisión de los impulsos nerviosos y las contracciones musculares. Influye también en el proceso de coagulación de la sangre y ayuda a prevenir hemorragias.
Vitamina D3. También llamada colecalciferol. Es la vitamina D que produce el ser humano de manera natural. Se sintetiza en la piel por la acción de la luz ultravioleta (UVB) sobre el intermediario 7-dehidrocolesterol, un intermediario que reacciona a la lux produciendo la vitamina D3. Alimentos como el pescado azul, el huevo o los fortificados también ayudan a producirla.
Los alimentos fortificados son aquellos que a sus propios nutrientes naturales, se les agregan vitaminas o minerales como yodo, sal o vitamina D, en este caso para que la absorción de calcio y fósforo sea mejor. Este tipo de alimentos permiten equilibrar dietas y aportar un extra de energía si es necesario. Son diferentes los fortificados de los enriquecidos ya que éstos reciben de nuevo nutrientes que perdieron durante el proceso de industrialización.