La nutrición que siguen las mamás des del momento del embarazo es muy importante pues influye en el desarrollo embrionario y en la formación del cuerpo del bebé. Una sustancia muy importante que no debe faltar en la dieta de las mujeres embarazadas ni en la dieta del bebé durante su infancia, es el DHA, pues este ácido graso es muy importante para el desarrollo y la formación de las estructuras cerebrales del bebé y el niño.
¿Qué es el DHA?
DHA son las siglas de ácido docosahexaenoico que es un ácido graso poliinsaturado de la familia de los omega 3. Este ácido graso lo podemos sintetizar a partir de otros nutrientes que ingerimos con nuestra dieta, pero la cantidad que podemos sintetizar es inferior a la cantidad diaria recomendada que se debería tener de este nutriente.
Para alcanzar los 200mg de DHA que necesitamos podemos comer alimentos que son fuentes naturales de éste. Las algas y el pescado son las principales fuentes de DHA. Sobre todo se encuentra en anchoas, arenques, salmón y atún. También podemos encontrarlo en frutos secos como las nueces y las almendras, pero en cantidades muy inferiores.
Comiendo una porción de pescado podemos llegar a cubrir el 30% de la cantidad de DHA que necesitamos, por este motivo otra opción para obtener y garantizar la cantidad necesaria de DHA son los complementos alimenticios.
¿Por qué es importante el DHA?
El DHA es muy importante por su papel en el funcionamiento y desarrollo del cerebro, especialmente en la gestación y en la primera infancia. Este ácido graso también mejora la capacidad de aprender pues ayuda a que las neuronas tengan mayor flexibilidad y se produzcan las sinapsis más fácilmente, lo que conlleva más agilidad mental.
El DHA a pesar de su gran importancia en la infancia, es un ácido graso necesario durante toda la vida, en la Universidad de California incluso se está estudiando su implicación en la disminución del deterioro que produce el Alzheimer.