El exposoma es el conjunto de factores externos y ambientales a los que las personas se mantienen expuestas a lo largo de su vida. En relación al cuidado cutáneo, el conocimiento de este exposoma es importante para determinar qué factores guardan relación directa con su envejecimiento y qué estrategias seguir para limitar el proceso oxidativo de la piel. Factores como la radiación solar, la contaminación, la nutrición, el estrés o la falta de sueño, tienen un gran impacto sobre el fotoenvejecimiento cutáneo.
Además de por estos factores exógenos, la piel envejece por el descenso en la producción natural de colágeno y otras proteínas, como la elastina o el ácido hialurónico. Esta disminución continuada de la producción proteínica de la piel, conduce a la pérdida progresiva de elasticidad y luminosidad. Existen productos antiage que incluyen estas proteínas y elementos en su composición y que ayudan a hidratar la piel, permitiendo contrarrestar algunos de estos factores y que contribuyen a ralentizar el envejecimiento cutáneo.
Pero, además de escoger un producto que se adapte a las necesidades de tu piel, también es importante mantener ciertas precauciones para mantener la piel protegida. No tomar el sol en exceso, seguir una dieta equilibrada o dormir las horas necesarias, son factores que contribuyen a mantener una buena salud dérmica.