Además las velas perfumadas funcionan de la misma forma que los aceites esenciales, estimulan nuestro organismo, evocando recuerdos e imágenes que cambian nuestro estado de ánimo.
El olor de las velas aromáticas se propaga más rápido que el de los aceites esenciales, dejando una agradable fragancia en nuestro hogar y creando una atmósfera tranquila y relajada. De esta forma podremos disfrutar de un ambiente tranquilo, evitar los nervios, la ansiedad o los trastornos del sueño y otros problemas leves del ánimo, la ansiedad, la tensión acumulada en nuestro cuerpo e incluso la migraña.